San Diego se despide del USS Nimitz, el portaaviones más emblemático de la Armada, que pone fin a 50 años de servicio

by Gary Robbins

Como ocurre con muchas historias de la Armada, los detalles son objeto de debate. Pero Jere Cordell, de San Diego, jura que el imponente portaaviones USS Nimitz ganó una carrera improvisada contra esbeltos cruceros hace medio siglo frente a las costas de Norfolk, Virginia.

“El Nimitz nos dejó atrás desde el principio”, dijo Cordell, quien en ese entonces estaba a bordo del USS California, uno de los barcos competidores. “Nos superó por completo. Recuerdo haber pensado: ‘Ese va a ser un gran barco’”.

Tenía razón sobre el portaaviones de 24 pisos, que atracó el domingo en su antiguo puerto base en la bahía de San Diego, en un momento agridulce. Está descargando sus aeronaves antes de partir hacia Bremerton, Washington, para completar su último despliegue. Será dado de baja el próximo año.

Los veteranos colman de elogios al buque, afirmando que este portaaviones de la era de la Guerra Fría contribuyó a revolucionar la capacidad de la Armada para navegar por los océanos del mundo y permanecer en zonas conflictivas distantes como el estrecho de Taiwán y el golfo Pérsico.

Cuenta con un par de reactores nucleares que pueden funcionar durante más de 20 años sin necesidad de repostar. Los portaaviones convencionales de la época tenían que repostar cada pocos miles de kilómetros. Desde sus inicios, el Nimitz también era más rápido y maniobrable que sus adversarios, lo que le daba una ventaja mientras patrullaba Oriente Medio y la región del Indo-Pacífico.

En un giro inesperado, el Nimitz también se convirtió en un icono de la cultura popular, apareciendo en películas, libros, documentales y videojuegos. Su fama comenzó en 1980 con el estreno de la película de ciencia ficción “El final de la cuenta atrás”, que se filmó en gran parte a bordo del portaaviones. La trama narra cómo el Nimitz viaja en el tiempo hasta la víspera del ataque japonés a Pearl Harbor en 1941.

“De repente, estábamos en el centro de atención”, dijo David Hill, de Rancho Peñsasquitos, quien participó en tres misiones a bordo del Nimitz. “La gente nos preguntaba si habíamos aparecido en alguna escena. Esto contribuyó a la popularidad del Nimitz”.

An F/A-18E Super Hornet takes off from the flight deck of the USS Nimitz (CVN 68) aircraft carrier in the Mediterranean Sea on October 24, 2013. The US aircraft carrier, which had been on standby in case of a flare up in Syria, has left the Red Sea for a brief stint in the Mediterranean Sea. AFP PHOTO / ALBERTO PIZZOLI (Photo credit should read ALBERTO PIZZOLI/AFP via Getty Images)
An F/A-18E Super Hornet takes off from the flight deck of the USS Nimitz (CVN 68) aircraft carrier in the Mediterranean Sea on October 24, 2013. The US aircraft carrier, which had been on standby in case of a flare up in Syria, has left the Red Sea for a brief stint in the Mediterranean Sea. AFP PHOTO / ALBERTO PIZZOLI (Photo credit should read ALBERTO PIZZOLI/AFP via Getty Images)

Mucha mayor notoriedad llegó en 2004, cuando pilotos de combate del Nimitz informaron haber visto fenómenos anómalos no identificados (lo que comúnmente se conoce como ovnis) a unas 100 millas al oeste de San Diego. Uno de los pilotos declaró ante una audiencia del Congreso que lo que vio estaba mucho más allá de la “ciencia de los materiales” de la época.

Los marineros disfrutan en general de la atención pública. Pero el legado del portaaviones significa mucho más para la teniente Gabrielle Bonowski, de San Diego, actualmente piloto de un helicóptero Seahawk a bordo del Nimitz.

El portaaviones “ha marcado la aviación naval durante más de 50 años, y ha sido increíblemente gratificante servir a bordo de un buque con un impacto histórico tan importante”, dijo Bonowski en un correo electrónico al Union-Tribune.

El Nimitz es el resultado de una reacción en cadena tecnológica que comenzó a finales de la década de 1940, cuando la Armada comenzó a desplegar aviones a reacción en portaaviones. Quería que sus buques tuvieran un alcance ilimitado, debido, en parte, a la nueva y creciente Guerra Fría con la Unión Soviética y a las tensiones en otras partes del mundo.

Esto condujo a la construcción del USS Enterprise, el primer portaaviones de propulsión nuclear de la nación. Fue comisionado en 1961 y se convirtió en el primer buque de su tipo en participar en combate. El “Big E” lanzó ataques aéreos contra el Viet Cong en un momento en que la Guerra de Vietnam se estaba intensificando rápidamente.

The USS Nimitz (CVN-68) makes its way into San Diego Bay mid-morning on Sunday, Dec. 7, 2025, in San Diego, CA. The Nimitz, which was ported in San Diego for 11 years, is finishing a 50-year service life and will be decommissioned next year. (Nelvin C. Cepeda / The San Diego Union-Tribune)
The USS Nimitz (CVN-68) makes its way into San Diego Bay mid-morning on Sunday, Dec. 7, 2025, in San Diego, CA. The Nimitz, which was ported in San Diego for 11 years, is finishing a 50-year service life and will be decommissioned next year. (Nelvin C. Cepeda / The San Diego Union-Tribune)

El Enterprise, que contaba con ocho reactores nucleares, ya se había forjado una gran reputación, especialmente por su participación en el bloqueo naval de Cuba durante la Crisis de los Misiles en 1962.

Pero la Armada deseaba buques que aprovecharan al máximo el potencial del Enterprise, lo que llevó a la creación de los portaaviones de la clase Nimitz. El nombre era familiar para muchos estadounidenses, ya que hacía referencia al almirante de flota Chester W. Nimitz, quien dirigió a Estados Unidos hacia la victoria en la guerra del Pacífico en la década de 1940.

“Era importante que se eligiera su nombre porque las personas de mi generación y las de la generación del baby boom que le siguió sabían que Nimitz era un gran estratega militar”, dijo Brent Bennitt, de Coronado, quien fue comandante del USS Nimitz de 1987 a 1989.

U.S. Navy sailors stand on the deck as they deploy with the aircraft carrier USS Nimitz from North Island Naval Station on 03 March, 2003, in San Diego, Califrornia. The Nimitz sailed from the US west coast for the Persian Gulf, leading a five-ship battle group carrying 8,000 sailors poised for war with Iraq. The nuclear-powered Nimitz, which will take at least a week to reach the theatre of a looming conflict aimed at toppling Iraqi leader Saddam Hussein, will be the sixth US carrier within striking distance of Iraq. AFP PHOTO/VINCE BUCCI (Photo by VINCE BUCCI / AFP) (Photo by VINCE BUCCI/AFP via Getty Images)
U.S. Navy sailors stand on the deck as they deploy with the aircraft carrier USS Nimitz from North Island Naval Station on 03 March, 2003, in San Diego, Califrornia. The Nimitz sailed from the US west coast for the Persian Gulf, leading a five-ship battle group carrying 8,000 sailors poised for war with Iraq. The nuclear-powered Nimitz, which will take at least a week to reach the theatre of a looming conflict aimed at toppling Iraqi leader Saddam Hussein, will be the sixth US carrier within striking distance of Iraq. AFP PHOTO/VINCE BUCCI (Photo by VINCE BUCCI / AFP) (Photo by VINCE BUCCI/AFP via Getty Images)

Le siguieron nueve portaaviones de la clase Nimitz, entre ellos el USS Carl Vinson, el USS Abraham Lincoln y el USS Theodore Roosevelt, todos ellos con base actualmente en San Diego.

El portaaviones Nimitz original entró en servicio en 1975 y sufrió algunos contratiempos terribles. El primero ocurrió en noviembre de 1979, cuando estudiantes iraníes asaltaron la embajada estadounidense en Teherán y tomaron como rehenes a 66 estadounidenses. Algunos fueron liberados, pero la mayoría no.

La primavera siguiente, Estados Unidos envió ocho helicópteros del Nimitz al desierto iraní, donde debían recoger a los comandos que rescatarían a los rehenes. La misión fue abortada debido a fallos mecánicos y una tormenta de arena. Ocho militares murieron cuando un helicóptero colisionó con un avión de transporte C-130.

Irán no liberó a los rehenes hasta enero de 1981. Cuatro meses después, un avión Prowler de la Infantería de Marina se estrelló en la cubierta del Nimitz frente a las costas de Florida, provocando incendios y explosiones que causaron la muerte de 14 tripulantes.

El choque “sonó como el fin del mundo”, dijo David Hill, de Rancho Peñasquitos, que dormía en una litera bajo cubierta cuando ocurrió. “Se dio la alarma general y nos dijeron que no era un simulacro. El impacto hizo temblar todo el barco”.

Estos incidentes se han desvanecido con el tiempo, dando paso a la reputación del portaaviones como un buque siempre listo para la acción, capaz de llegar rápidamente a cualquier lugar y participar en operaciones durante largos periodos.

The USS Nimitz makes her way into San Diego Bay mid-morning on Sunday, Dec. 7, 2025, in San Diego, CA. The Nimitz, which was ported in San Diego for 11 years, is finishing a 50-year service life and will be decommissioned next year. Family members of sailor Garrett Hernandez watched from Shelter Island as the Nimitz made her way towards North Island NAS. (Nelvin C. Cepeda / The San Diego Union-Tribune)
The USS Nimitz makes her way into San Diego Bay mid-morning on Sunday, Dec. 7, 2025, in San Diego, CA. The Nimitz, which was ported in San Diego for 11 years, is finishing a 50-year service life and will be decommissioned next year. Family members of sailor Garrett Hernandez watched from Shelter Island as the Nimitz made her way towards North Island NAS. (Nelvin C. Cepeda / The San Diego Union-Tribune)

Los historiadores afirman que el Nimitz proporcionó un apoyo aéreo crucial durante la Operación Tormenta del Desierto en 1991, cuando Estados Unidos expulsó a Irak de Kuwait. Posteriormente, el Nimitz hizo cumplir la zona de exclusión aérea sobre el sur de Irak. Y en 1995 y 1996, el portaaviones contribuyó a mantener abiertas las rutas marítimas internacionales disuadiendo la agresión china contra Taiwán.

El Nimitz también proporcionó apoyo aéreo y llevó a cabo ataques contra Afganistán durante la Operación Libertad Duradera, de 2003 a 2005. Esto ocurrió durante la primera parte de los 11 años que el portaaviones estuvo con base en San Diego.

El historial del buque no sorprende a Bennitt. Lo que sí le sorprende es su longevidad.

“No puedo creer que hayan pasado 50 años desde que el Nimitz entró en servicio”, dijo Bennitt, de 83 años. “Te hace reflexionar sobre tu propia mortalidad”.


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San Diego bids farewell to USS Nimitz as ‘coolest’ carrier in the Navy ends 50 years of service

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Andre Hobbs

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